Historias de Campamentos I

siempre es inevitable recordar ese fin de semana o mas bien fue una semana de locos, ya que, todo comenzo, con el casamiento de Roberto, todos trabajamos para que eso saliera lo mejor posible, siempre listos a servir, toda la ruta dispuesta a ayudar y así fue, cumplimos la labor de Garzones, barman, sin tener ninguno de nosotros ningún conocimiento de eso, estamos hablando del año 1999 cursando 4 año medio, la cosa es que el novio nos dijo que después que sirviéramos la comida, podríamos disfrutar de la fiesta, jajajajaja, fue muy genial, nosotros nos guardábamos todas las carnes que venían intactas en los platos y al día siguiente realizamos el mejor ajiaco en casa, en donde nos dimos el tiempo de organizar, nuestro campamento, pero no como scouts, sino, como amigos, ¿que significaría eso? estaría permitido hacer todas las cosas que en un campamento scouts uno no hace por los principios de el movimiento, jajajajja.
Llego ese fin de semana, al cual, todos llevábamos lo que habíamos acordado y los asistentes finales, llegamos 7, Gabo, Lucho, Muñeco, Negro, Carlos, Bakan y yo, nos fuimos en Tren con el pasaje rebajado a la mitad por presentar nuestra credencial scouts, en el tren era para matarse de la risa, el solo hecho de recordarlo me causa alegría, jajajajajaa,pasando por todos los ramales que significa este viaje, la cosa es que llegamos a nuestro destino, Laja.
Una vez allí nos quedaba un trecho de unos 15 kilómetros hasta el Campo que lleva por nombre Villa Paxtú (Lugar de paz), antes de irnos pasamos al supermercado, a "comprar" algunas cosas nos paramos en la carretera e hicimos dedo, nos llevaron y llegamos a ese hermoso lugar a riveras del rió Laja.
Lo pasamos súper haciendo las tonteras mas increíbles que se le ocurra a un joven de 16, 17 años, a los días 2 o tres de estas allí al Lucho se le ocurrio hacer pan para lo cual tuvimos que ir al pueblo a comprar lo necesario para dicho efecto, yendo los 7 amigos inseparables, en esa travesía, ya que, eso parecían organización de todos porque lo scouts corre por las venas. Esa tarde conocimos a unos chicas en una de las plaza del pueblo a las cuales les caímos en gracia, ellas nos invitaron para la noche ir a una disco del pueblo, lo cual, significaba regresar al campo, bañarnos, cambiarnos de ropa y regresar al pueblo, esta vez caminando, ufff 15+15=30 kilómetros eso si que es distancia, pero con las ganas de pasarlo bien nada importaba.
Fuimos donde teníamos nuestras cosas, nos bañamos nos prestamos ropa, y regresamos al pueblo al encuentro con las chicas que esa tarde habían sido nuestra conquista, ellas nos habían dado números de teléfonos, para tener la seguridad que ellas irían esa noche.
Una vez fuera de la disco, después de los 15 kilómetros a pie, esperamos a las chicas, las cuales, no llegaban, las llamamos para saber que ocurría y a ellas no les habían dado permiso para venir a dicho encuentro, nosotros para salvar la noche empezamos a pedir plata
a la entrada de la disco, juntamos unas pocas monedas, pero no quisimos entrar en ella, ya que, todos los que adentro estaban les habíamos pedido plata. Tomando como desicion ir a la disco que estaba unos kilómetros mas cerca de el campo, caminamos llegando a ella, pero las personas que allí asistían era gente mayor, nosotros personas jóvenes no quisimos entrar, tomamos como determinación regresar al campo, emprendimos la caminata, por la carretera oscura, solo pasaban camiones madereros, caminando contra el transito, para que los choferes nos vieran al pasar y evitar accidentes.
Íbamos en fila india cuando frente a nosotros pasa caminando una señora, a la cual, nosotros saludamos cordialmente, ¡buenas noches señora! y el ultimo que iba en la fila de nosotros le grito "buenas noches vieja culia" en eso iba pasando un camión maderero y la señora se lanza al camión, este queriendo esquivarla le hace el quite y se desvió hacia el lado que nosotros camináramos, el camionero saco un foco hacia atras al no ver nada siguió su camino, nosotros nos sacudimos las ropas y fuimos a ver como quedo la señora, al percatarnos que no había señora, ni restos de esta, en ese momento, todos nos persinamos y rezamos un padre nuestro y todos llegamos a la conclusión que había sido parte de nuestra imaginacion colectiva.
Seguimos caminando cagados del miedo y pasamos a pedir ayuda y para contar lo sucedido, a un lugar llamado la rueda, allí nos escucharon y nos dijeron que era una persona que salia a penar por las noches en esos lugares.